El pijama abandona la cama y se instala en la ciudad. Trajes de chaqueta, abrigos y camisas sacan a la calle su lado más íntimo y hogareño y se dejan seducir por delicados e incluso tejidos femeninos y se adornan con motivos militares, con grandes connotaciones masculinas, una mezcla tan sutil como extraordinaria.
miércoles, 15 de febrero de 2012
Bajo el código "casual" y la necesidad del hombre de vestirse con
confort se presentan abrigos, chaquetas, pantalones y camisas que
recrean los patrones y los estampados de los pijamas masculinos.
El pijama abandona la cama y se instala en la ciudad. Trajes de chaqueta, abrigos y camisas sacan a la calle su lado más íntimo y hogareño y se dejan seducir por delicados e incluso tejidos femeninos y se adornan con motivos militares, con grandes connotaciones masculinas, una mezcla tan sutil como extraordinaria.
El pijama abandona la cama y se instala en la ciudad. Trajes de chaqueta, abrigos y camisas sacan a la calle su lado más íntimo y hogareño y se dejan seducir por delicados e incluso tejidos femeninos y se adornan con motivos militares, con grandes connotaciones masculinas, una mezcla tan sutil como extraordinaria.
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