Bajo el código "casual" y la necesidad del hombre de vestirse con
confort se presentan abrigos, chaquetas, pantalones y camisas que
recrean los patrones y los estampados de los pijamas masculinos.
El
pijama abandona la cama y se instala en la ciudad. Trajes de chaqueta,
abrigos y camisas sacan a la calle su lado más íntimo y hogareño y se
dejan seducir por delicados e incluso tejidos femeninos y se adornan con
motivos militares, con grandes connotaciones masculinas, una mezcla tan
sutil como extraordinaria.